Y entonces, el payaso…
entre flores que mojan,
y zapatos enormes.
Ve desfilar ante sus ojos pegoteados de pintura.
Aquel primer juguete, y el soldado,
y el trabuco a cebita…
Un olor a su casa y a "la vieja",
cuando el mundo era mundo…
y entre risa forzada
y panza hinchada,
de un sánguche apurado
y sin la siesta…
Elige entre putear y una sonrisa
y dice por lo bajo;
estoy tan cansado y sin embargo!!!
Aníbal Acuaro
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