Hablame,
pero hablame lo que quieras.
Lo que te venga en mente,
sólo hablame.
Decime,
conversame tus quimeras.
Hacé de mi un confesor
un fiel oyente.
Tu silencio es dolor,
quiero tu ruido.
Un ir, un devenir, un arrebato.
Un sonido, tu mágico latido.
Y así palpar la vida por un rato.
______________________________
______________________________
Mirame,
mirame de una sola y
única vez.
Solo mirame.
Desnudame, desnudate en tu mirada.
Mostrame tu sensualidad allí atrapada.
Quiero que seas única, intocable.
Sos mía, fuiste mía en esos ojos.
En esos inalcanzables ojos.
______________________________
______________________________
Tocame,
rozame con la punta de tus dedos.
Rozame con tu aliento.
Modifica mi entorno por un eterno fragmento de segundo.
Modificá mi pulso.
Pasá cerca.
Tan cerca que fuese lo mismo que tocarte.
Acercame, tactame, palpame.
Tu aliento, dame esa brisa.
No me hace falta más.
No quiero más.
Sería un abuso, una vergüenza.
Sería….
demasiado.
Aníbal Acuaro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario